domingo, julio 03, 2011

El reto de vender

Aquí estoy intentando mentalizarme para hacer una venta de humo. Lo peor de todo es que tengo que escribir un guión muy largo (muuuy largo), para luego, pasado el trámite, usar el lenguaje verbal y no verbal... Y vender humo por escrito, teniendo que dar muchos detalles y explicaciones, es difícil. Tela de difícil. He leído por la red: "en la venta, lo primero que se vende no es el producto, sino la misma relación humana". ¿Cómo se crea esa relación humana por medio de un papel?

Primero porque me enfrento al papel en blanco... Y sólo se me viene una palabra a la cabeza, que podría en tamaño 46: mentira. Parece mentira que teniendo yo tan poco arraigado el sentimiento religioso tenga tan bien calada la moralidad de la mentira y la verdad... ¿para qué, al fin y al cabo? Si luego no exteriorizo muchas verdades, las reprimo. Lo cual me recuerda a un test que he hecho hoy y que me ha parecido curioso: era algo así como ¿pierdes los nervios con facilidad? y me ha salido que no, pero que me reprimo excesivamente. Sí. ¿Me ha hecho falta un test de la pronto para darme cuenta? No. ¿Me parece supertriste encajar perfectamente en un prototipo de test tonto de revista? Sí. Es una de esas cosas que a veces le pasan a uno alguna vez en su vida (quiero pensar...).

La mentira. La mentira consciente y deliberada. La mentira plasmada para siempre. ¿Cómo puedo evitar el sentimiento de culpabilidad? ¿El sentimiento de haber perdido, de llevarme el título sin realmente merecérmelo?.



El último capítulo de esta etapa consiste en aplicar lo que he aprendido en estos 6 años. Lo que académicamente no se enseña. La venta. ¿Y en qué consiste la venta? No hay como hacerse esta pregunta para tener muchas respuestas... Vender es uno de los desafíos más importantes que existen, he leído en la red también... Mi último capítulo académico consiste en ejercer la venta sin hablar de que la estoy ejerciendo.

Está claro que en ningún momento en la venta se habla de mentira. Pero, entonces, ¿por qué yo lo siento así? Hace poco hice un curso de comunicación y me llamó la atención que los que perciben al realidad de una determinada manera tienen, como reacción, desconfiar de los que les están vendiendo algo. Porque piensan que les están engañando. Y así soy yo. Y, sin embargo, soy una especie de compradora compulsiva. Casi no necesito que me sugestionen. Supongo que, como lo sé, no quiero sugestiones adicionales.

Me estoy desviando claramente del tema principal. Lo primero que tengo que hacer es dejar de percibir mi "producto" como humo. Mi producto es algo tangible y que cubre una necesidad. Tengo que crear esa necesidad, para enseñarles mi solución.

Tanto renegar de la venta y tanto considerarme nula, y ahora me enfrento al mayor reto de mi vida. ¿Por qué la selectividad no me costó tanto y, sin embargo, esto me está costando sangre, sudor y lágrimas? En realidad sé por qué es. Porque por aquel entonces, yo tenía el camino marcado. El guión ya estaba escrito. Y tenía más que adquirido el hábito de estudio. Así que sólo consistía en seguir haciendo lo mismo, con una presión añadida.

Pero ahora no hay camino. Y, sin embargo, este momento tiene en común la presión añadida. Pero es una presión más dura (o al menos así lo percibo ahora). Digamos que tengo que cambiar de hábito y de mentalidad. Y tal vez, para hacer eso, necesite algo más que ponerme a pelo delante del ordenador y teclear... Puede parecer exagerado, pero algo dentro de mí me dice que es así. Después, una vez adquirido el nuevo hábito, podré ir incluyendo otras rutinas... Recuerdo mi 4º año en la universidad y mi decisión de matricularme únicamente de las asignaturas endientes de 3º. Y con eso tuve para todo el año. ¿Podría haber hecho algo más? Podría... ¿Habría supuesto alguna diferencia? No creo. Primero porque me quité todas las asignaturas pendientes, y segundo, porque a partir de ese momento fui a curso por año (aunque me dejara dos asignaturas de 4º para el último septiembre de mi vida).

Pero ¿cómo compaginar un cambio de mentalidad continuando con mi rutina diaria? Y más difícil todavía, ¿cómo puedo hacer todo lo anterior sin que me pase factura en otros aspectos de mi vida?

Definitivamente, vender es todo un reto..

2 comentarios:

Lilith dijo...

Dios mío, has vuelto y yo me lo he perdido (andaba salvando el mundo por ahí, o eso quiero pensar!!).
La verdad, no sé por qué el concepto de vender tiene tan mala reputación (y yo soy la primera que arruga el gesto, y mira que he vendido cosas, algunas de ellas bien intangibles!).
Creo que en realidad cuando pensamos eso, estamos pensando en un tipo de vendedor concreto, así como el vendedor eternamente desesperado de los Simpson. No es cierto. Yo nunca he vendido nada en lo que no creyera. De eso se trata no? No de convencer a la gente de algo que no quiere, sino de decir por qué algo es bueno o interesante o apropiado, reconocer discretamente los límites de la cosa y dar a elegir. Si es verdaderamente bueno, funciona!!! O a lo mejor, yo es que soy muy optimista.

Lilith dijo...

Por cierto,me gusta el cambio de look