martes, junio 14, 2011

Agujeros de comunicación

No puedo dejar de contar esta anécdota tan simbólica y representativa. A veces uno cree que ha dejado claro algo sin haberlo dicho en realidad y, cuando uno se topa con una persona que no lee entre líneas o que sencillamente no presta atención, se encuentra en situaciones como esta:

Un sábado por la mañana padre e hijo van a la residencia a visitar a la abuela (y madre). Aprovechan para cotillear el cuarto mientras ella no esta y el hijo se fija en que la mesilla de la compañera de cuarto había fotos familiares y en la de la abuela, una radio y una lámpara. El hijo le dice al padre: "Voy a regalarle una foto nuestra, le hará ilusión".

Aprovechando que era sábado, fueron a comer fuera. En un momento la abuela le dice al nieto: "me han dicho que has visto mi cuarto, ¿Qué te ha parecido?" , a lo que responde, "muy bonito. Y, además, después de inspeccionarlo, se me ha ocurrido una cosa que te hará ilusión. Y hasta aquí puedo leer". En ese momento todos en la mesa se ríen.

Al rato, después de cambiar varias veces de conversación, la abuela suspira en alto: "Pues sí... Tengo una habitación muy bonita". Entonces el padre dice: "tu nieto piensa que le falta una foto".