viernes, noviembre 14, 2008

Workoholicos anónimos

Llevo un tiempo en que llego demasiado tarde (y demasiado cansada) a mi casa como para escribir como lo hacía antes... Y cuando estoy tirada en el sofá, viendo una serie o una película, viene la inspiración de la mano de la reflexión de un personaje. Entonces pienso: tengo que volver a escribir, tengo que desahogarme de alguna manera, porque si no, voy a explotar. Tengo que darle una vía de escape a mi vida laboral, porque no llego a desconectar nunca. Mi trabajo se está convirtiendo en lo que soy (no sabría si darle la vuelta a esta frase) y no me gusta ni lo uno ni lo otro.

En parte, sé que el trabajo está ahí continuamente porque hay mucho que estudiar y disfruto aprendiendo cosas nuevas o, más bien, detalles y más detalles. Pero, al final, mi frustración se reduce siempre a lo mismo, y no hago nada para cambiarlo. Todo lo contrario, parece que hago todo lo posible para conseguir lo contrario.

Entonces llegué a la conclusión de que antes me creía más sana mentalmente porque me comunicaba por escrito. Mi desahogo lleva un tiempo interrumpido, y no sabes cuánto lo echo de menos. Esto hace ya tiempo que lo pienso, y es ahora cuando me pongo a escribirlo, cuando pongo un poquito de mi voluntad para dejar fluir un poquito las ideas.

Al menos es más barato que una sesión con un psicólogo, que ya hasta me lo estaba planteando. Creo que las farmacéuticas deberían investigar las pastillas para terminar la carrera. Esas y las del olvido (con receta, por supuesto) son un filón para los casos extremos. Yo me estoy aproximando. Llevo 2 años y medio... no está mal. Creo que va siendo hora de averiguar qué está pasando... Así que comienzo (o termino) planteando las preguntas del millón:

¿Qué tal llevas tu proyecto?
¿Por qué lo llevas mal? ¿estás muy agobiada en el trabajo?
¿Por qué no lo haces si es algo tuyo, que principalmente
te interesa a ti?


Y planteando también los deberías del millón:
  • Deberías sacar tiempo todas las tardes para ti. Con 2 horas al día que te pusieras, ganarías mucho. No puede ser tan difícil.
  • Deberías evitar sobrecargarte de trabajo, no puedes encargarte de todo... a lo mejor tienes demasiadas cosas.
  • Deberías pedir ayuda a alguien, alguien habrá que te pueda echar una mano para sacarlo adelante rápido
  • Deberías centrarte en terminarlo lo antes posible, no detenerte en los detalles, qué más da la nota

Seguro que me dejo alguno... pero para eso están los comentarios a los posts, ¿no? En fin... ¡a veces, con esto del proyecto, me siento como una fumadora que quiere dejarlo y no puede... pero que no puede y encima nunca lo intenta!

1 comentario:

Lilith dijo...

Mejor que pastillas, podían sacar un libro: "terminar la carrera es fácil"... cualquiera sabe cómo funcionaría...
Yo mejor dejo que mi hermano te convenza de los beneficios de acabarla... la paz mental!! Al menos, con respecto a eso.