lunes, diciembre 10, 2007

El toro por los cuernos

En el post de "el túnel" mencioné que ante el abismo que se abría, iba a coger el toro por los cuernos...

Al final, ya me lo temía yo, no ha sido exactamente así. Los cambios imprevistos de mi vida no terminaron, pero no todos fueron tan angustiosos como los de descubrir un abismo... afortunadamente hubo alegrías, unas alitas que me ayudan a sobrevivir si caer al vacío y un paracaídas que amortiguaría el golpe. Pero mis planes de independencia se congelaron. La vida me deparaba otras sorpresas... ahora estoy ante una nueva prueba. Es como si tuviera que correr una etapa de montaña del Tour, la peor de todas, que ya no sé cuál es. Tengo que hacerlo, y tengo que dosificar mis fuerzas para conseguirlo. Ahora lo que tengo que hacer es encontrar la fuerza suficiente para cambiar de mentalidad y adaptarme al cambio.

Debo ser consciente de una vez de que debo anteponer mis intereses por encima de los de "el trabajo" o "la reputación". Debo ser capaz de dejar eso atrás, de aprovechar el tiempo que tengo de una manera productiva y dejar de desaprovechar el que no tengo en encontrar la perfección absoluta que ni existe, ni alcanzo, ni se percibe que busque. Esa energía de más, esa vuelta de tuerca innecesaria es la que debo emplear en mis objetivos personales. Mi futuro depende de ello. No el del equipo de trabajo, ni el del departamento. Sino el mío. Mi futuro, mi formación, mi posición, mis posibilidades. Todo lo que podía dar de mí desarrollando las labores que tengo a mi cargo, ya lo he hecho. Ahora es una cuestión de mantenimiento en niveles aceptables, y dejar el resto de las energías para mí. Y tener la fuerza suficiente para responder ante posibles preguntas o quejas, que lo que hago es lo que debo. Y que a pedir cuentas al rey. Pero es difícil dejar de hacer algo sin tener la sensación de un deber no cumplido... supongo que esa "delgada línea" es la que me ha impedido estos meses terminar mi labor personal y formarme. Pero hay algo que sé: mi trabajo no es extraordinario ni insustituible, por más que me esfuerce, hay un límite a partir del cual no mejora. Y es a partir de entonces que debo emplearlo en lo que a mí me corresponde.

Y cuanto antes lo haga, más libertad tendré en el futuro para hacer lo que mejor me convenga y lo que quiera. Me dará la libertad de decidir en el momento justo.

2 comentarios:

Lilith dijo...

Cuando uno se pone a decidir sobre su futuro, o a coger el toro por los cuernos, siempre necesita saber quien es y qué quiere. O al menos intuirlo... si no, se guiará por los deseos de los demás. Porque al final, las cosas importantes de la vida, las pasamos solos, y sólo las compartimos con los demás al contarlas (con más o menos pelos y señales).
Tengo la sensación de que el otro día verbalizaste un par de esas decisiones que ya has tomado, y quiero que sepas que tienes todo mi apoyo, que no disminuye por cruzar el océano para alcanzarte.
Y otro de mis propósitos de Año Nuevo es buscar la maldita forma de hacerte llegar cartas, porque escribir a mano tiene el ritmo justo y preciso para formular pensamientos y concretar estados de ánimo.
2008 va a ser un buen año, chata, para todos. Lo sé.
MMB

Lilith dijo...

Por cierto, que te he puesto un link en el otro blog, porque si no nunca te leo!!!!!